El Cañón del Chicamocha es un tesoro de información geológica por su complejidad topográfica, que lo hace intrigante y majestuoso a la vez. No hace falta ser experto en el tema, basta con andar por sus laderas para darse cuenta de que allí ocurrió algo hace quizá 46 millones de años o más.
Y es que en el Cañón se refleja la evolución tectónica de la Tierra y las perforaciones que el sistema fluvial del río Chicamocha han causado por más de 30 millones de años. Como evidencia de estos cambios, a lo largo del camino, en rocas y en el mismo suelo, se pueden encontrar amonitas que son fósiles de un molusco marino extinto.
Como si fuera poco, el nido sísmico de Bucaramanga que yace en sus entrañas es el segundo más activo del mundo. Debido a que tiene una profundidad de, aproximadamente, 150 km, en esta zona se presentan movimientos telúricos con regularidad. ¡Pero no te asustes!, su escala, de 5,2 Mw, y su profundidad hacen que sean casi imperceptibles*.
*Según la Red Sismológica Nacional de Colombia, RSNC.
¡Ven y vive tú también el encanto majestuoso del Cañón del Chicamocha!