No tienes que ser arquitecto, ingeniero o diseñador, basta con que sepas apreciar la belleza cuando la tienes ante tus ojos para extasiarte con todo lo que los pueblitos del Cañón del Chicamocha te pueden ofrecer.
En esta región las casas, calles y construcciones se caracterizan por sus colores blancos, tierras y ocres. Parece que quienes las levantaron hace ya muchos años querían que se mimetizaran con las tonalidades propias del majestuoso cañón.
Los pequeños y muy bien conservados cascos urbanos mantienen viva la historia. Sus construcciones son evidencia de la colonia y de la habilidad de quienes las erigieron. Como si al Cañón del Chicamocha no le bastaran todas las bellezas naturales que ostenta, también cuenta con una riqueza urbanística única, algo que quedó evidenciado cuando en 1975 uno de sus pueblos, Barichara, fue declarado monumento nacional.
Pero no solo es lo que se ve desde afuera. Esa belleza se magnifica cuando se conoce cómo han sido construidas las casas, pues sus paredes están hechas de tapia pisada, en pocas palabras, de bloques de tierra extraída del suelo donde fueron levantadas. Una técnica que, además de dar como resultado casas hermosas, resistentes y fresca, son un ejemplo de arquitectura ecológica y sostenible.
Los pueblos de Destino Chicamocha lucen edificaciones de techos altos y ventanales y balcones de madera; calles en piedra y adoquines; parroquias del siglo XVII, iglesias con bellos mosaicos y caminos precolombinos trazados por los Guanes que luego, en el siglo XIX, fueron empedrados por el alemán Geo Von Lengerke y hoy se conocen como Caminos Reales.
No tienes que ser arquitecto, pero, sin lugar a duda, luego de visitar estos hermosos pueblitos apreciarás con otros ojos los tesoros urbanísticos que alberga el Cañón del Chicamocha.
Descubre los diez municipios para vivir el cañón: Aratoca, Barichara, Capitanejo, Cepitá, Curití, Jordán, Los Santos, Molagavita, Villanueva y Zapatoca.
¡Ven y vive tú también el encanto majestuoso del Cañón del Chicamocha!
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