Tras las huellas de los guane
Aún hoy es posible encontrar vestigios de los indígenas guanes en el territorio del Cañón del Chicamocha.
Sus huellas más antiguas, que pueden datar del siglo VIII, se aprecian en las pinturas rupestres que se ubican sobre abrigos rocosos y que se reconocen por ser símbolos de color terracota o anaranjado. Se dice que eran pintados con tinturas extraídas de las plantas.
También se han encontrado cementerios indígenas con restos humanos. Definitivamente, el Cañón del Chicamocha es un mágico e invaluable universo por explorar.
Cuando tengas la gran fortuna de encontrarte en el camino con alguno de estos rastros, aprécialo con tus ojos, es importante que no los toques porque el sudor y la suciedad de las manos los deterioran. Son una valiosa herencia que aún perdura y debemos conservar.
Descubre los diez municipios para vivir el cañón: Aratoca, Barichara, Capitanejo, Cepitá, Curití, Jordán, Los Santos, Molagavita, Villanueva y Zapatoca.
¡Ven y vive tú también el encanto majestuoso del Cañón del Chicamocha!